Un conjunto de ejercicios para la osteocondrosis cervical: afrontar el dolor

Según las estadísticas, el 80% de las personas han experimentado sensaciones dolorosas y desagradables en la espalda y el cuello al menos una vez. Un estilo de vida sedentario, el trabajo sedentario hace el trabajo sucio, contribuyendo a cambios degenerativos en el sistema musculoesquelético. Sin embargo, al realizar ejercicios físicos con regularidad para la osteocondrosis cervical, puede aliviar significativamente su bienestar y reducir el dolor.

Factores provocadores para el desarrollo de osteocondrosis.

Según especialistas de la Universidad de Medicina, la osteocondrosis de la columna ocupa un lugar destacado entre las enfermedades del sistema nervioso periférico, lo que representa un grave problema social en muchos países. Un gran porcentaje de morbilidad entre las personas en edad de trabajar, especialmente mujeres - 62% versus hombres - 38%, un alto nivel de discapacidad y pérdidas económicas hacen que los médicos de todos los países busquen una solución a este problema.

Según los expertos que publicaron los resultados de su investigación, el papel principal en el desarrollo de las manifestaciones neurológicas de la osteocondrosis vertebral lo juega la herencia, por lo que todas las personas que están en riesgo y sufren ataques de esta enfermedad deben realizar regularmente ejercicios terapéuticos especiales.

Un conjunto de ejercicios de fisioterapia para el cuello con osteocondrosis.

ejercicios para la osteocondrosis cervical

Si le duelen la espalda, la columna vertebral o el cuello, se deben realizar los siguientes ejercicios para reducir el dolor, reducir la inflamación, fortalecer el corsé muscular y prevenir la disfunción articular:

  1. Ponte de pie o siéntate erguido en una silla. Incline la cabeza hacia abajo, tratando de mantener la barbilla en contacto con el cuello. Fije la cabeza en el punto de máxima tensión durante 10 segundos. Regrese a la posición inicial y repita unas cuantas veces más. Para mejorar el efecto, puede juntar las palmas y aplicar presión con las manos en la parte posterior de la cabeza.
  2. Párese derecho, con las manos bajadas libremente a lo largo del cuerpo. Empiece a mover los hombros hacia arriba y hacia abajo, haciendo un movimiento rítmico hacia arriba y hacia abajo. Para mejorar el efecto, puede levantar pequeñas mancuernas o botellas de agua.
  3. Párate derecho, cruza los brazos detrás de la cabeza y dobla los codos. Tire rítmicamente de los codos hacia atrás, sintiendo la tensión en los omóplatos. Si lo desea, se pueden realizar varios enfoques de 10 a 15 veces.
  4. Cruza tus palmas y fíjalas a tu frente. Incline la cabeza hacia abajo, resistiendo con las manos. Relájese y repita el ejercicio unas cuantas veces más.
  5. Acuéstese boca arriba, separe la cabeza del suelo y congélese en esta posición durante 5-10 segundos. Relájate y repite unas cuantas veces más.
  6. Levántese o siéntese derecho. Gire lentamente la cabeza hacia su hombro izquierdo. Mida en el punto de máxima tensión durante un par de segundos. Repita al revés. Para mejorar el efecto, coloque una mano doblada a la altura del codo en la parte posterior de la cabeza, resistiendo el movimiento de la cabeza con ella.
  7. Incline suavemente la cabeza hacia un lado, tratando de tocar el hombro con la oreja. Repita al revés.
  8. Párese derecho y comience a rotar con los brazos doblados a la altura de los codos, primero hacia adelante y luego hacia atrás.

Antes de realizar ejercicios terapéuticos, se recomienda que primero consulte con su médico. Si aparece un dolor intenso, es necesario dejar de hacer ejercicio y buscar la ayuda de un especialista.